Hay que empezar a cambiar las cosas hoy mismo. Es la única forma de garantizar la igualdad de oportunidades y el trato justo en el futuro. Uno de estos cambios pasa por aumentar las iniciativas para motivar e inspirar a la próxima generación de mujeres líderes de la transformación digital.
El progreso es un fenómeno tan inevitable y como bienvenido en las empresas y la sociedad. Y ni la transformación digital y ni la tecnología son una excepción: los últimos avances en estos campos han permitido multiplicar los descubrimientos científicos, la digitalización y la productividad. Sin embargo, el progreso nunca se completará si no incluimos a una gran parte de la sociedad en el proceso.
Para que el futuro de la transformación digital sea más igualitario, debemos empezar por inspirar a las niñas y adolescentes hoy mismo. Tan pronto como comprendamos por qué faltan tantas mujeres en este sector y cómo esto afecta a la desigualdad de género, podremos comenzar a mirar hacia un futuro más prometedor.
No hay más que ver la velocidad a la que están cambiando las cosas para comprobar que la igualdad se promete todavía lejana. Solo el 25% de los puestos directivos en las 20 mayores empresas tecnológicas del mundo están ocupados por mujeres. Si bien se trata de una cuota relevante respecto a lo que sucedía hace unas décadas, el futuro de la tecnología debería estar liderado por un grupo mucho más paritario.
Es verdad que las comparaciones entre mujeres y hombres en puestos directivos nos ofrecen una idea ya aproximada de dónde falla más la paridad, pero el panorama actual de desigualdad se agrava si adoptamos un enfoque interseccional. Las mujeres no solo perciben un salario menor que los hombres en las carreras STEM, sino que las negras y latinas en estos campos ingresan 20 000 dólares menos al año que la media del sector y 33 000 dólares menos que sus homólogos de raza blanca.
Preparemos el futuro comenzando por el presente. En lo que respecta a motivar a la próxima generación de líderes mujeres, el punto de mira se encuentra en las aulas. Hay que allanar el camino hacia las carreras STEM para que todas esas mujeres puedan adquirir los conocimientos y la experiencia necesaria para liderar el futuro.
Sin embargo, las manidas ideas sobre cuáles son los estudios adecuados para los distintos géneros continúan disuadiendo a muchas niñas a la hora de elegir materias de carácter más técnico. Desafortunadamente, los prejuicios de género se manifiestan desde edades tempranas y, con tan solo diez años, las niñas ya pierden el interés por las materias STEM y se sienten desanimadas a la hora de elegirlas.
De ahí que esta disparidad limite el número de mujeres que continúen estudiando materias STEM en la enseñanza superior. Pese a que actualmente hay más universitarias que universitarios, solo el 35 % de los alumnos de carreras STEM son mujeres. Al graduarse e incorporarse al mundo laboral, la brecha por razón de género entre los alumnos se acentúa, ya que poco menos de una quinta parte de los científicos y los ingenieros son mujeres.
Por ello, para que el futuro de la transformación digital esté liderado por más mujeres, debemos fomentar que las niñas estudien materias STEM en el colegio. Bastará con eliminar los estereotipos de género que condicionan el aprendizaje de las alumnas, para solventar el problema de la falta de mujeres en cargos de liderazgo.
Preparemos el futuro comenzando por el presente."
Otra forma de motivar a las pioneras del mañana es poner el foco sobre las propias líderes. Contar con modelos a seguir reales y visibles hará que las jóvenes y las niñas vean que el sector tecnológico es un espacio en el que pueden prosperar y alcanzar el éxito.
Para lograrlo, las organizaciones de los sectores STEM pueden recurrir a recursos que ya disponen para celebrar tanto a las líderes como a las promesas de serlo. Esto no solo será una manera efectiva de reconocer el trabajo de las empleadas, sino que también servirá de ejemplo a futuras homólogas. Además, potenciar la representación fomentará que mujeres de todos los perfiles estudien materias STEM, e impulsará la diversidad en los puestos directivos.
Allanar el camino hacia un futuro más igualitario en el que los consejos de administración estén equilibrados requiere tiempo. Se puede empezar ya inspirando a las líderes del mañana. Al asegurarnos de que las jóvenes y las niñas no se alejan de las posibilidades que ofrecen las carreras STEM, e incrementar la representación de las líderes actuales, estaremos construyendo un futuro en el que habrá más mujeres al frente de la transformación digital.
Aprendamos a crear un mundo más inclusivo y justo en el que las mujeres puedan prosperar.