Es el mejor momento para las mujeres apasionadas por la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) que quieren desarrollar su carrera en alguno de sus campos. Si queremos que la revolución digital marque un antes y un después en el trabajo en equipo, debemos asegurarnos de contar con líderes capaces y plantillas diversas. El futuro de las IT y las empresas depende de ello.
La aceleración de la transformación digital provocada por la pandemia de la COVID-19, ha impulsado a las empresas a recurrir a especialistas en tecnología para mantenerse actualizadas en cuanto a herramientas y tendencias de trabajo. De acuerdo con un informe global de MuleSoft en el que se encuestaron a 1050 directivos, las organizaciones gastaron una media de 11.7 millones de dólares en equipos de IT en 2022. Además, el 78% de los directivos reconocen su intención de incrementar las inversiones y plantillas destinada a ese campo en 2023.
Nadie puede ignorar ya el crecimiento que está viviendo el sector tecnológico, con el impulso del empleo en IA, análisis de datos y robótica. Esta demanda cualificada podría servir de trampolín para muchas mujeres se sumen a la revolución digital. Ahora bien, las mujeres necesitarán la ayuda de todos para superar los muchos retos y prejuicios presentes en el sector STEM. Es ahora o nunca.
Así es, el sector tecnológico vive un momento dulce y necesita más que nunca ingenieros de software, científicos de datos y especialistas en machine learning. ¿Pueden las mujeres aprovechar este gap? Sí, pero no sin antes sortear numerosas barreras en el ámbito académico del STEM y las enormes desigualdades que existen en las empresas. Si fuera tan sencillo, este campo ya contaría con mayor diversidad. Y sin embargo, la realidad se muestra más cruda: las mujeres tan solo representan el 19.9% de los profesionales del STEM a nivel mundial.
El problema de la representación femenina en el sector tecnológico no es nuevo. Hay algo que falla y que nunca se ha conseguido resolver. Algo que, con la transformación digital en auge, plantea un dilema importante: la brecha digital podría dejar a las mujeres fuera de uno de los sectores con mayor crecimiento. De modo que, ¿cuáles son los retos a los que se enfrentan las mujeres en el ámbito tecnológico y qué podemos hacer para ayudarlas? Es una pregunta compleja que no niega la mayor: debemos eliminar la desigualdad de género juntos.
Debemos eliminar la desigualdad de género juntos."
Una de las principales razones que explican la falta de mujeres en los campos STEM son los estereotipos de género que los rodean. Es un hecho, las niñas no suelen jugar con robots y bloques de construcción, lo que responde generalmente a las expectativas sociales de estudiar carreras de humanidades o sanidad, en lugar de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Sin embargo, el problema no reside en las preferencias, sino en las expectativas que el mundo les presenta a la hora de estudiar dichas profesiones, y los prejuicios que padres y profesores perpetúan en base a los roles tradicionales de género.
En los libros de texto y los planes de estudio, en la escuela y en casa; los estereotipos campan a sus anchas condicionando la elección las niñas en el colegio y, consecuentemente, en sus carreras y oportunidades de empleo futuras. Tal como señala Naciones Unidas, hay más chicos que chicas en la enseñanza superior. Y aún así, solo un 35 % de estas estudia una carrera STEM.
En 2023, la revista Fortune apuntaba a algo inédito: por primera vez en la historia las mujeres dirigen más del 10 % de las empresas de la lista Fortune 500. Si bien es un dato más que alentador, la alegría no desdibuja el problema de fondo. Sigue existiendo una falta preocupante de modelos de referencia para las mujeres en el campo STEM, con el desánimo consecuente entre las afectadas.
De hecho, según un informe elaborado por WeAreTechWomen, el 33 % de las mujeres piensa que «la falta de apoyo por parte de superiores y de modelos a seguir» representa una gran barrera en sus carreras. El 35 %, por su parte, afirma que uno de sus mayores retos a los que se enfrenta la mujer es «la falta de confianza». Habida cuenta de que el ámbito tecnológico es un sector dominado por hombres, estas conclusiones no resultan sorprendentes, sino que reiteran la necesidad de crear un espacio favorable para las mujeres que desean liderar en el campo STEM.
Son muchos los estudios que apuntan al techo de cristal al que se enfrentan las mujeres a la hora de promocionar. Esto, incluso cuando son candidatas con una formación y un rendimiento laboral similares al de sus pares masculinos. Es una situación generalizada que se da con mucha frecuencia en empresas tecnológicas.
Aún más impactante es comprobar las enormes diferencias salariales que existen entre las mujeres negras y latinas y los hombres de blanca en Estados Unidos: estas ganan 33 000 dólares menos que sus homólogos blancos, y 20 000 dólares menos al año que la media en puestos relacionados con el campo STEM.
La gran escasez de mujeres en el mundo laboral tecnológico a nivel mundial no solo es un problema de carácter social, sino también de mercado. Esto, en vista a la elevada demanda de profesionales tecnológicos cualificados en la industria. Nuestra sociedad no solo necesita expertos para forjar el futuro de las empresas, sino también nuestro propio futuro como colectivo. Y ahí las mujeres tienen mucho que decir.
Las mujeres pueden aportar a las STEM una gran variedad de habilidades, perspectivas y experiencias. Dicho valor generaría nuevas soluciones creativas e innovadoras. Además, también aportan un enfoque diferente a la resolución de problemas y la comunicación, lo que puede fomentar un mejor ambiente de trabajo y mejorar la dinámica de equipo. Por otra parte, contar con un personal diverso desde el punto de vista del género resulta esencial para crear productos y servicios que satisfagan las necesidades de un público diverso. En resumen, no cabe duda de que las mujeres desempeñan un papel fundamental a la hora de forjar el futuro del sector tecnológico y lograr que sea más accesible e inclusivo para todos.
Las oportunidades aparecerán cuando las mujeres comiencen a aprovechan todo el potencial de las tecnologías digitales. Sin embargo, como sociedad tenemos la responsabilidad de ayudar a facilitar ese proceso; de trabajar juntos para eliminar las barreras a las que se enfrentan las mujeres en el ámbito tecnológico. Da igual si somos padres, profesores, compañeros de trabajo o directivos de empresas, nuestra labor es muy sencilla: defender la igualdad de género. Entendemos el problema, por lo que ahora demos un paso y coloquemos a las mujeres al frente de la innovación. El momento es hoy.
Aprendamos a crear un mundo más inclusivo y justo en el que las mujeres puedan prosperar.